lunes, 13 de octubre de 2014

Prevención


El alcoholismo, ya sea juvenil o no, es muy difícil de tratar y conlleva grandes gastos en fármacos o incluso a veces es necesario internar a las personas. La mejor forma de tratar de erradicar este problemas es a través de una buena prevención.


‘‘..Desde esta perspectiva, trabajar con la comunidad en la cual se inserta una persona es crucial para prevenir el consumo de drogas en los niños/as y adolescentes. En ella están involucradas las iglesias, juntas de vecinos, centros de madres, agrupaciones juveniles, agrupaciones barriales, centros de salud, organizaciones comunitarias entre otros.
Es importante considerar cada uno de estos actores, pues todos ellos pueden   apoyar las acciones de prevención, promoviendo al interior de su comunidad una   postura crítica frente al consumo de drogas, tendiente a evitar el consumo, y manteniendo una comunidad saludable.’’  (1)
Muy importante lo que dice el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), ya que uno de los factores importantes, sino el más importante, es el de la influencia social. Todo lo que es el entorno nos condiciona a cada ser humano desde pequeños , por eso es importante partir de una base sólida y promovedora para cambiar el destino y/o cambiar la situación del presente de alguien que es propenso a tener adicciones al alcohol, o que ya las tiene.
‘‘Existe evidencia científica que muestra que el período en donde se concentra el mayor riesgo de iniciar consumo o desarrollar dependencia a sustancias adictivas es hasta los 21 años. Después de esta edad, las probabilidades de desarrollar un consumo problemático casi desaparecen.
Los establecimientos escolares constituyen un espacio ideal para detectar precozmente posibles factores de riesgo entre los adolescentes y jóvenes.’’  (2)
Esta afirmación de SENDA es muy oportuna, principalmente este último párrafo. Abarcar este tipo de adicciones, especialmente la del alcohol, que es una de las primeras drogas que se consumen junto con el tabaco en la adolescencia, en escuelas donde el alcohol vive naturalmente entre las vidas de estos jóvenes, es muy importante ya que se puede atacar de raíz a este problema a niños que recién están entrando a la etapa de la adolescencia. Educar a niños sobre los problemas que puede acarrear el alcohol o las consecuencias que puede dejar este en su vida, puede ser fundamental para influir en el pensamiento de este pre-adolescente y así tenga una mayor consciencia sobre lo que se puede llegar a enfrentar y tenga una mejor decisión al momento de enfrentarlo, teniendo así una prevención primaria satisfactoria.
A continuación mostramos un listado de acciones que como padres de jóvenes, pueden ayudar a que no ocurran casos de alcoholismo:


1.-No dar a nuestros hijos todo lo que quieren.
2.-Límites claros, mediados por el afecto y la argumentación.
3.-Ser consecuentes con normas y castigos.
4.-Sanciones que le hagan percibir que se han equivocado.
5.-Conocer a los hijos y a su entorno.
6-.Si se les permite salir a fiestas, ver el estado en el que regresan.
7.-Ante la primera embriaguez  poner sanciones que les permita apreciar las graves consecuencias de su conducta.
 8.-Cuidado en no reforzar o premiar conductas negativas o adictivas.
 9.-Supervisar y controlar otras conductas que también son adictivas(Internet, juegos, comida, etc).
 10.-Asignarles responsabilidades con respecto a su edad


 11.-Ser adultos confiables, sin horrorizarse con lo que cuentan y aprovechar el momento para orientar.

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